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2 Samuel 9:1-7
1 Dijo David: ¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán? 2 Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual llamaron para que viniese a David. Y el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo. 3 El rey le dijo: ¿No ha quedado nadie de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia de Dios? Y Siba respondió al rey: Aún ha quedado un hijo de Jonatán, lisiado de los pies. 4 Entonces el rey le preguntó: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir hijo de Amiel, en Lodebar. 5 Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. 6 Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo. 7 Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.
En esta historia, vemos como el Rey David es movido a misericordia por amor a su amigo Jonathan. Al leer todo el capítulo, vemos el vínculo de amistad entre ellos, que se vuelve tan fuerte y alcanza a bendecir a sus generaciones.
Quiero traer a tu atención estos puntos tomados de esta historia:
1) Hagamos siempre el bien a los demás.
2) Debemos esforzarnos por tener un corazón lleno de gratitud.
3) Recordemos las promesas que hemos hecho y accionemos en cumplirlas.
Te ánimo a que juntas reflexionemos sobre esta historia, apliquemos estos principios y caminemos mostrando amistad y misericordia.
Marcela Lainez
Pastora Comunidad Hosanna