La palabra que me da hoy mi devocional Tiempo con Dios es Vida Viva
Leemos y meditamos en 1 Samuel 18:1-9
1 Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.
2 Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre.
3 E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo.
4 Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte.
5 Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba, y se portaba prudentemente. Y lo puso Saúl sobre gente de guerra, y era acepto a los ojos de todo el pueblo, y a los ojos de los siervos de Saúl.
6 Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.
7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
Saúl hirió a sus miles,
Y David a sus diez miles.
8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.
Resumen del Pasaje Bíblico
Jonatán ama a David como a sí mismo; por eso, hace un pacto con él y le da su espada, su arco, su ropa y su cinturón. David se porta prudentemente y es puesto como jefe del ejército de Saúl. Cuando David vuelve de matar a los filisteos, las mujeres cantan diciendo: “Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles”. Saúl se enoja mucho y desde aquel momento no mira con buenos ojos a David.