Serás salvo tú y tu casa

Pablo está preso, el carcelero está a punto de quitarse la vida y le dice: No lo hagas, y ve el milagro de lo que estos hombres predican, hay una salvación y una realidad.

Hechos 16:30-32 (RVR) Y sacándolos, les dijo: Señores, ¿Qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.

Lo primero que hace es preguntar ¿Cómo recibo el milagro en mi vida? Puede que viendo este video sea salvo y tengas una promesa como el carcelero no solo para ti sino para tu casa.

El versículo 32 detalla un proceso que debemos tomar en cuenta para anunciar el evangelio a los que están en nuestra casa, aquellos vínculos de amor que le hemos llamado familia. Le hablaron la Palabra de Dios, la cual, recibió, escuchó pero ahora, hay un acto que hace en él y a todos los que estaban en su casa.

Hay un cambio del lugar a una casa, ha traído a todos para que estos varones hablen acerca del evangelio, puede que hoy tengas a muchas personas que hablen a tu casa, pero el sacerdocio que debemos ejercer está en nuestras manos. ¿Qué vamos a hablar para que sean salvos? El versículo dice que hablaban la Palabra del Señor.

Muchas veces no es que no hablamos a nuestra familia acerca del evangelio, el problema radica en qué es lo que estamos diciendo, la Palabra de Señor es de misericordia, amor consuelo y restauración. La indicación es clara, sé salvo tú y tu casa. Hablemos lo que está escrito, lo que es conforme al corazón de Dios.

Creo que hay una asignación para suplir la necesidad en el corazón de nuestros seres queridos, es la oportunidad para ser exactos al hablar lo que Dios dice.

Comunica el mensaje de salvación a los que amas, porque tenemos una promesa, tú y tu casa serán salvos.

Armando Obando

Pastor Comunidad Hosanna