Sabiduría para abandonar las contiendas

Hoy en mi Tiempo con Dios, leemos el pasaje de Proverbios 17:13-28, donde hablamos de "Sabiduría para abandonar las contiendas".

La palabra que me da hoy mi devocional Tiempo con Dios es Vida Viva

Leemos y meditamos: Proverbios 17:13-28

13 El que da mal por bien,
No se apartará el mal de su casa.

14 El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;
Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.

15 El que justifica al impío, y el que condena al justo,
Ambos son igualmente abominación a Jehová.

16 ¿De qué sirve el precio en la mano del necio para comprar sabiduría,
No teniendo entendimiento?

17 En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.

18 El hombre falto de entendimiento presta fianzas,
Y sale por fiador en presencia de su amigo.

19 El que ama la disputa, ama la transgresión;
Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.

20 El perverso de corazón nunca hallará el bien,
Y el que revuelve con su lengua caerá en el mal.

21 El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra;
Y el padre del necio no se alegrará.

22 El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos.

23 El impío toma soborno del seno
Para pervertir las sendas de la justicia.

24 En el rostro del entendido aparece la sabiduría;
Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.

25 El hijo necio es pesadumbre de su padre,
Y amargura a la que lo dio a luz.

26 Ciertamente no es bueno condenar al justo,
Ni herir a los nobles que hacen lo recto.

27 El que ahorra sus palabras tiene sabiduría;
De espíritu prudente es el hombre entendido.

28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;
El que cierra sus labios es entendido.

Resumen del Pasaje Bíblico

Al que da mal por bien, el mal no se apartará de su casa. El hombre falto de entendimiento sale de fiador; el que intriga con su lengua caerá en el mal. El espíritu triste seca los huesos; el hijo necio es pesadumbre para su padre y amargura para su madre. El que ahorra palabras tiene sabiduría, y el prudente de espíritu es el hombre inteligente.