Relaciones saludables que edifican

Efesios 4:30-32 (RVR) Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Esta Escritura nos motiva a no entristecer al Espíritu Santo, con el que hemos sido sellados e identificados como suyos con salvación. Quítense de vosotros toda amargura, ira, gritería, maledicencia, con un énfasis al final, Y toda malicia. Como una necesidad que tenemos, todas las cosas que se manifiestan en lo natural, en las relaciones, revisemos internamente para sacar toda clase de maldad.

La Palabra nos manda a ser benignos unos con otros, misericordiosos como un interés genuino de hacer el mal a las demás personas. Siendo compasivos, El Señor nos manda a quitar todo lo malo, dice, sean benignos y nos da más adelante la salida diciendo, perdónense los unos a los otros.

El perdón es un estilo de vida que trae sanidad en las relaciones con las personas y al corazón. El Señor quiere morar en nosotros. Hay un ambiente en el corazón que debemos cuidar para que more de manera grata y agradable.

Perdonen así como yo los he perdonado, es un estilo que debemos adoptar, para tener relaciones saludables, que edifiquen nuestra vida y la de otros.

Con esta porción bíblica convierte un estilo de vida, en el que somos bondadosos, benignos y amables con los demás.

Ericka Ampié

Anciana Comunidad Hosanna