Nuestro lugar seguro es Dios

Hay momentos en los que sentimos que vamos a desmayar, nos sentimos cansados y hasta que la espera se prolongó.

Salmos 27:13 (RVR) Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová.

Este salmo es una oración de David pidiendo ayuda, expresando una fe auténtica y convicción en su corazón que genera confianza que el Señor lo salvará y rescatará de la angustia.

Esta Escritura nos enseña tanto porque cada palabra que declaremos y creamos en el corazón, generará algo en el espíritu. Si declaramos palabras de tristeza, que nos llevan a un estado de desconfianza. Es muy difícil esperar en el Señor que hará conforme a Su voluntad.

Algo muy importante que aprendemos es que David transmitió su confianza en el Señor. El versículo 4 dice: Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Menciona 3 cosas importantes:

1. David anhelaba con todo su corazón estar con el Señor.

2. Deseaba tener comunión íntima en Su Presencia.

3. Adorar en el templo 3 cosas que giran no en torno a la necesidad o al momento de aflicción que tenía, sino a Su Señor, al Dios vivo de donde sabía que venía la respuesta de lo que estaba atravesando.

Con esto hoy, solo quiero animarte e instarte a esperar en el Señor, pero no en una espera pasiva; sino en la Presencia de Dios, porque Él sabe de qué tenemos necesidad. Nuestro lugar seguro es Dios, por eso David decía que de Él venía su auxilio y socorro. En el Señor encontró la seguridad, la fortaleza, el ánimo y el aliento que tanto necesitaba. Nada más lo encontraría en Su Presencia.

Meyling Torres

Pastora Comunidad Hosanna