No me deseches en la vejez

La palabra que me da hoy mi devocional Tiempo con Dios es Vida Viva

Leemos y meditamos: Salmos 71:1-13

1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;

No sea yo avergonzado jamás.

2 Socórreme y líbrame en tu justicia;

Inclina tu oído y sálvame.

3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.

Tú has dado mandamiento para salvarme,

Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,

De la mano del perverso y violento.

5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,

Seguridad mía desde mi juventud.

6 En ti he sido sustentado desde el vientre;

De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;

De ti será siempre mi alabanza.

7 Como prodigio he sido a muchos,

Y tú mi refugio fuerte.

8 Sea llena mi boca de tu alabanza,

De tu gloria todo el día.

9 No me deseches en el tiempo de la vejez;

Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

10 Porque mis enemigos hablan de mí,

Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,

11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;

Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

12 Oh Dios, no te alejes de mí;

Dios mío, acude pronto en mi socorro.

13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;

Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.

Resumen del Pasaje Bíblico

El salmista se refugia en Dios porque es su roca y su fortaleza, Aquel que lo librará de manos del impío. Desde el vientre de su madre ha sido escogido, refugio fuerte desde su nacimiento. Por tanto, se llenará su boca de su alabanza y su gloria todo el día. Aunque se le acaben las fuerzas en su vejez, pide a Dios que no lo desampare y haga perecer a sus enemigos.