Manso y humilde como Él

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Filipenses 2:3

Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;

La Palabra de Dios nos dice que sirvamos de tal manera que el interés de los demás esté por encima del de nosotros y no significa que desecharemos lo que nos corresponde, sino que lo de mi prójimo debe estar superpuesto al mío.

La Palabra de Dios nos está enseñando en esta porción a dejar:
1. Orgullo.
2. Vanidad.
3. Egoísmo.
4. Aferrarnos a nuestra voluntad.

Y un ejemplo de verdadera y máxima humildad la tenemos reflejada en Jesús y es lo que estos versos nos dicen, aun cuando Jesús era 100% Dios, se humilló siendo hombre, no se aferró a su condición y ahí fue obediente hasta la muerte en la cruz.

Lo hizo por amor, pero también lo hizo por poner en una posición aún mayor el beneficio de la humanidad que era la reconciliación con el Padre celestial.

León Narváez

Anciano Comunidad Hosanna