La palabra que me da hoy mi devocional Tiempo con Dios es Vida Viva
Leemos y meditamos: Salmos 49:1-12
1 Oíd esto, pueblos todos;
Escuchad, habitantes todos del mundo,
2 Así los plebeyos como los nobles,
El rico y el pobre juntamente.
3 Mi boca hablará sabiduría,
Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
4 Inclinaré al proverbio mi oído;
Declararé con el arpa mi enigma.
5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad,
Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare?
6 Los que confían en sus bienes,
Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano,
Ni dar a Dios su rescate
8 (Porque la redención de su vida es de gran precio,
Y no se logrará jamás),
9 Para que viva en adelante para siempre,
Y nunca vea corrupción.
10 Pues verá que aun los sabios mueren;
Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio,
Y dejan a otros sus riquezas.
11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas,
Y sus habitaciones para generación y generación;
Dan sus nombres a sus tierras.
12 Mas el hombre no permanecerá en honra;
Es semejante a las bestias que perecen.
Resumen del Pasaje Bíblico
El salmista insta a los pueblos a prestar oído a la sabiduría e inteligencia. La redención de la vida es de tan alto precio que no se logrará pagar jamás. Tanto el insensato como el sabio dejan a otros sus riquezas cuando mueren. Aunque el hombre goza de honores, es semejante a las bestias que perecen.