La mejor ofrenda
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Salmos 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Aprendemos por medio del ejemplo del rey David, que cuando él fue a la presencia de Dios, ahí entendió que la ofrenda no se trataba de entregar los mejores sacrificios o cosas materiales, sino un corazón quebrantado delante del Señor.
David entendió que lo primero que necesitaba era tener un corazón humillado ante Él. Dios al mismo tiempo responde, no es ajeno cuando observa que lo estamos buscando verdaderamente de corazón. Debemos de analizar las siguientes cosas.
1. ¿Cómo nos estamos acercando a su presencia?
2. ¿Cómo estamos entregando nuestras cargas delante de Él?
3. ¿Cómo reconocemos nuestros errores?
Debemos de reconocer que necesitamos de su guía, pero principalmente la mejor ofrenda que nosotros podemos ofrecerle es nuestros corazones derramados ante Él. Siendo sinceros, confesándonos y tomando la decisión de que sea él quien nos guíe en nuestro caminar.
Jenny Tinoco
Pastora Comunidad Hosanna
