La palabra que me da hoy mi devocional Tiempo con Dios es Vida Viva
Leemos y meditamos Lamentaciones 2:1-10
1 ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion!
Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel,
Y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor.
2 Destruyó el Señor, y no perdonó;
Destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob;
Echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá,
Humilló al reino y a sus príncipes.
3 Cortó con el ardor de su ira todo el poderío de Israel;
Retiró de él su diestra frente al enemigo,
Y se encendió en Jacob como llama de fuego que ha devorado alrededor.
4 Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario,
Y destruyó cuanto era hermoso.
En la tienda de la hija de Sion derramó como fuego su enojo.
5 El Señor llegó a ser como enemigo, destruyó a Israel;
Destruyó todos sus palacios, derribó sus fortalezas,
Y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el lamento.
6 Quitó su tienda como enramada de huerto;
Destruyó el lugar en donde se congregaban;
Jehová ha hecho olvidar las fiestas solemnes y los días de reposo[a] en Sion,
Y en el ardor de su ira ha desechado al rey y al sacerdote.
7 Desechó el Señor su altar, menospreció su santuario;
Ha entregado en mano del enemigo los muros de sus palacios;
Hicieron resonar su voz en la casa de Jehová como en día de fiesta.
8 Jehová determinó destruir el muro de la hija de Sion;
Extendió el cordel, no retrajo su mano de la destrucción;
Hizo, pues, que se lamentara el antemuro y el muro; fueron desolados juntamente.
9 Sus puertas fueron echadas por tierra, destruyó y quebrantó sus cerrojos;
Su rey y sus príncipes están entre las naciones donde no hay ley;
Sus profetas tampoco hallaron visión de Jehová.
10 Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sion;
Echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñeron de cilicio;
Las vírgenes de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.
Resumen del Pasaje Bíblico
En el día de Su furor, el Señor no se acordó del estrado de Sus pies; destruyó las tiendas de Jacob y sus fortalezas. Tensó Su arco como un enemigo, afirmó Su mano derecha como un adversario, derramó como fuego Su enojo. Desechó las fiestas solemnes, al sacerdote, Su santuario; derribó los muros de los palacios y de la ciudad. Los profetas no recibieron visión de Dios.