Jesús nos da acceso a la eternidad
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Salmos 139:23-24
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.
David hace esta sincera oración reconociendo la omnipresencia y la omnisciencia de Dios, diciéndole que pruebe su corazón, que es el lugar donde está nuestra voluntad, donde se asientan nuestras emocione, pero también le dice que pruebe sus pensamientos que es aquel lugar lo íntimo, lo secreto, es ahí donde se establece nuestro sistema de creencias.
También le dice ve si hay en mí conductas incorrectas en mis caminos. ¿Por qué David quería tener ese nivel de pureza? ¿Por qué David quería tener ese estado de integridad? La respuesta está en la parte final del versículo donde David extiende la siguiente petición ¨Y guíame en el camino eterno¨.
¿Ha pensado usted en la eternidad? La escritura en el libro de Eclesiastés habla que Dios puso eternidad en nuestro corazón, en el principio Dios quería tener una comunión eterna con nosotros, que por causa del pecado esa comunión eterna fue fracturada.
La buena noticia es que Dios tenía un plan, ese plan consiste que por medio de Jesús todo lo que perdimos en el Edén, lo íbamos a poder recuperar, aún la comunión eterna. Es cuando nos damos cuenta que tan importante es para nosotros la eternidad y hay dos cosas que necesitamos saber sobre ella.
1. No podemos hacer nada para conseguirla o para ganarla, ¿Por qué? porque es un regalo es un don, es un regalo, es por gracia.
2. No hay varios caminos para poder acceder a la eternidad, hay un solo camino y es Jesús, cuando creemos en Él y su sacrificio entonces estamos en el camino correcto.
Te invito a que hoy puedas hacer la misma oración que hizo David, examíname, escudríñame, pero también condúceme en ese camino hacia la eternidad.
Jorge Díaz
Pastor Comunidad Hosanna
