Hacedores de la Palabra
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Santiago 1:22-25
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.
La obediencia a Dios trae para nuestra vida grandes y maravillosas bendiciones. Podemos manifestar la obediencia a Dios por medio de nuestros hechos, en las cosas que hacemos.
Oír la palabra de Dios es bueno, porque nos hace conocer la voluntad de Dios, porque crecemos en fe, la misma palabra nos dice que la fe viene por el oír la palabra de Dios, de la misma forma la palabra nos dice que la fe sin obra es muerta, motivándonos a ser coherentes en nuestro accionar en fe.
Ser hacedor de la palabra es, ser obediente, conocer la voluntad de Dios y manifestarla en los hechos de nuestra vida, en todos los lugares donde nos desarrollamos en nuestra vida, en la iglesia, en la sociedad, en el trabajo, en la familia y en cada lugar donde estemos.
De esa manera manifestamos la obediencia y el Cristo que esté en nosotros. Esta porción de la escritura nos hace el llamado a oír la palabra, crecer en fe y a cumplirla en todo tiempo y en todo momento.
León Narváez
Anciano Comunidad Hosanna
