Dios nunca cambia

Como padres de familia deseamos siempre dar los mejores regalos a nuestros hijos en fechas especiales, para afirmar y demostrar nuestro amor hacia ellos. Así es Dios con nosotros, siempre desea nuestro bien, por eso debemos confiar y hacer Su voluntad.

Todo lo que proviene de Dios es bueno, agradable y perfecto; por eso si nos acercamos pidiendo con fe recibiremos de su provisión, Él nunca cambia.

Santiago 1:17 (RVR) Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Hay dos aspectos importantes en esta cita bíblica:

Dios es el Padre de toda buena dádiva y todo don perfecto – su generosidad divina siempre es oportuna, completa y de bendición. Su amor y bondad es invariable, de tal manera, que dio a su propio Hijo para salvación. Nos dio vida eterna, por lo tanto, cuando hacemos Su voluntad; podremos reflejar a Cristo y tenemos la capacidad de ver los regalos y dones en cada etapa de nuestra vida.

Dios nunca cambia – en comparación a los cuerpos celestes donde hay diferentes movimientos y rotaciones, Dios nunca cambia. Él es el creador de todo y el Padre de las luces, Su fidelidad y amor es eterno.

Cuando nos rendimos y entregamos nuestras vidas a Cristo, y lo buscamos de corazón todo es posible, podremos seguir adelante sin desmayar; porque Él nos dará la fortaleza y el ánimo para seguir.

Recordemos que Dios nunca cambia, en Él no hay mudanza ni sombra de variación. Su bondad es constante. Solo en Él encontraremos la luz y dirección que necesitamos.

Sus pensamientos son de paz y esperanza, confiemos en sus promesas. Que cada día podamos ver cada detalle de la manifestación de Dios; desde el momento de abrir nuestros ojos y respirar.

Que sea el Señor guiándonos y afirmando nuestra fe para hacer Su voluntad, y así, recibir todas esas buenas dadivas y dones que tiene preparados; porque Su amor es perfecto e inmutable.

Jenny Tinoco

Pastora Comunidad Hosanna