Bástate en mi gracia

Cuando reconocemos nuestras debilidades delante de Dios es la oportunidad perfecta y maravillosa para crecer en madurez y formarnos pero al mismo tiempo, recibir Su amor.

Moisés era tartamudo pero fue un líder que el Señor levantó para liberar al pueblo de Israel. Pablo, uno de los escritores del Nuevo Testamento, en los cuales cuenta la divulgación del mensaje de Cristo en diferentes lugares, pero en 3 ocasiones le pedía al Señor que le quitara el aguijón de su carne, pero la respuesta que recibió fue, bástate mi gracia, porque lo que Él quería era que en medio de su debilidad viera el poder de Dios en Su vida.

2 Corintios 12:9 (RVR) Y me ha dicho: bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.  Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.

Bástate mi gracia significa reconocer a Dios en nuestra vida y rendirnos a Él para que nos transforme al recibir su amor inmerecido.

Sigue diciendo que de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, esto es que debemos depender del Señor, porque mientras más lo hacemos, comenzará a obrar. Una muestra de Su gracia es enviar a Su Hijo unigénito para traernos salvación.

Dile al Señor, sé tú en mi vida, te reconozco en todos mis caminos y que se haga conforme a tu voluntad.

Muchas veces oramos para que se resuelvan las cosas a nuestra manera, pero en realidad, Él va a obrar conforme a lo que necesitamos porque sus planes son perfectos.

Jenny Tinoco

Pastora Comunidad Hosanna