Anunciar el evangelio de buena voluntad

1 Corintios 9:16-17 (RVR) Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada.

El Apóstol Pablo estaba persuadido del llamado que había recibido, o sea, la gran comisión de predicar el evangelio, pero él mismo dice: No tengo por qué gloriarme, porque sabía que era un llamamiento divino que provenía del Señor.

Nosotros también hemos recibido un llamamiento, la gran comisión del ministerio de la reconciliación que es compartir el mensaje de Jesucristo. A Pablo le era impuesta necesidad, quisiera que pudiéramos interiorizar cómo está nuestra pasión y compromiso al momento de compartir las buenas nuevas de Jesús.

El Señor ha puesto en nosotros el querer como el hacer, hoy tenemos como prioridad compartir este mensaje. El Versículo 17 dice, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré. El Señor suple las necesidades de sus obreros. Pablo estaba renunciando a un derecho como apóstol, sin embargo decía, si no lo hago así, si lo hago por obligación apenas, cumpliré con lo que se me encomendó. Pero iba más allá, compartir con otros las buenas nuevas, saber que sus vidas serían transformadas, así debe estar nuestra pasión con ese nivel de compromiso, para que otros se salven y vean su vida transformada.

Te invito a interiorizar que avives el fuego que hay en ti, compartamos Su Palabra.

Ericka Ampié

Anciana Comunidad Hosanna