Ahora mis ojos te ven
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Job 1:20-22
Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
Que importante es tener nuestro corazón en el lugar correcto, las expresiones de Job vienen de la respuesta a un proceso que vino sobre sobre su vida de una forma inesperada. Si hay algo que nosotros más valoramos son la familia, la salud y las bendiciones de Dios y exactamente estas cosas se les fueron quitadas a Job y lo introdujo en un momento difícil en su vida.
Pero en ese momento, él fue al lugar correcto, a Dios, pero no desde una posición de queja o frustración sino en adoración.
La adoración es la actitud de un corazón que reconoce que todo lo que hemos recibido, viene de Dios. Job nunca atribuyó a Dios como el causante de lo que estaba viviendo, sino que reconoció que todo era parte de un propósito.
Todo lo que acontece en nuestra vida tiene que ver con un plan de parte de Dios y debemos tener presente que Él estará con nosotros, nos da la fuerza y la fortaleza para poder prevalecer, pero también al final del proceso podremos testificar de lo que Dios es capaz de hacer en medio de los procesos difíciles.
Pastor Comunidad Hosanna
